Caminan al biógrafo. Es la ultima función de esa película que querían ver hace meses, la anterior a esa que vieron juntos fue hace ya mas de un año. Ese día le había dicho quien ganaría el mundial. Asombrosamente estaba en lo correcto. Recién ahora le pudo recordar ese hecho en particular. Ella no se acordaba, pero si recordaba el escopetazo final de Rhys-Meyers en la única película que habían visto juntos.

Se detienen en el emporio. Ella pide uno de rosas. El pide el de miel de ulmo. Se sientan y observan en la mesita de al lado a la mujer con mente misogena de hombre de las teleseries. Es pálida y flaca. Ambas tienen los mismos zapatos. Realiza un par de bromas relacionadas con el tema. Se levantan y bajan por merced. Ella había trabajado en la plaza. Se fue prematuramente por votar el pil pil sobre un yuppie holandés.

Ven antigüedades .Aun estaban los aros que alguna vez le quizo regalar a otra persona. Agradece que no alcanzo a hacerlo. Llegan al Biógrafo. El compra las entradas y ella un paquetito diminuto de m&m's. Le convida uno. Piensa que todo andará bien si es que saca un dulce rojo. Saca uno azul..."a veces la pelota debe pasar sola la red”