Thursday, September 13, 2007
El cuento de Juan

Juan esta conmocionado...no tiene el valor para volver a dormir luego de lo que soñó ese jueves 23 de agosto.

Tuvo un día normal de trabajo, preparó exactamente 52 cafés (y un chocolate caliente) en todo lo que duraba su turno de 5 a 10 de la noche. Caminó por la calle en la cual se encontraban todas las Amelie de Santiago en sus bicicletas con canastas y todos los ejecutivos producidos en serie al igual que las blackberrys que sostenían en sus manos. Camino 24 minutos (mas unos 7 minutos adicionales contando las esperas de los semáforos y la repentina compra de un alfajor de frambuesa) para llegar al departamento de un ambiente que arrendaba y que compartía con un ficus que le regalo su madre como despedida del hogar paterno. Abrió la gastada puerta de madera pintada blanca de su hogar, dejo el bolso en el parquet, puso play al Amor Amarillo y cayó rendido en el cutre en el que dormía.

Eran las 2 con 41 minutos de la mañana y Juan despierta con escalofríos de un sueño digno de interpretación para uno de esos psicoanalistas que reparten imipramina como si fuesen skittles en una edición limitada de tiras de a 4. Suena Lisa mientras Juan trata de eliminar de su mente la imagen de como el abraza a esa mujer que alguna vez conoció y que ahora aparecía desfigurada en su sueño. Lo que más le cuesta suprimir es que le haya dicho lo que le dijo y que solo se atrevió a contarle al ficus como su único cómplice.

Hoy es un martes 4 de Septiembre y Juan ya lleva 11 días con el turno de 12 a 5 de la mañana.

1 Comments:
Blogger Bigmaud said...
Tu blog me llamó la atención porque soy fan de los Smiths, son mi banda favorita y veo que también a ti te gustan.

Buen post.